2012/10/26

saudade...

Es peor que morderse la lengua, dicen, pero quizá es el morderse la lengua lo que causa tanta saudade. 

No sé callarme, incluso cuando decido callarme, si mis labios se quedan quietos, mis dedos saltan entre las teclas; si mis dedos se paralizan, me lleno de saudade y mis ojos se ponen tristes, muy tristes.

Hoy mis labios no se mueven, mis dedos saltan sin sentido y no saben decir lo que quiero: tengo saudade. 

Tengo SAUDADE (así, con mayúsculas) de una presencia tan cercana y prolongada que casi me definía, tengo saudade (esta con minúsculas) de una presencia breve que fue sol por un ratito; tengo saudade de mí en enero...

Sí, es por morderme la lengua y es peor, mucho peor que morderse la lengua.



No hay comentarios:

Publicar un comentario