2012/10/11

el paraíso en un charco

Caminábamos bajo la lluvia, ¿te acuerdas? Yo tenía el pelo muy largo, tanto que se volvía cascada con todas esas gotitas que no paraban de llegar... 

Un charco era un paraíso: me tomabas de la mano y saltábamos sobre él (entonces el mundo se detenía, los autos se evaporaban, la gente dejaba de respirar), luego seguíamos cantando, riendo, bailando, intentando descubrir el milímetro cuadrado de nuestra piel que el agua no había besado...

Solo vos sabías vivir los juegos con la intensidad con la que yo lo hago; solo vos entendías las palabras que gritaban mis ojos y mi lengua dibujaba... 

Me fui, te fuiste, ya no hay juegos ni palabras, pero queda esta lluvia que susurra y me abriga el alma.


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