2022/10/07

Un año

28 de septiembre de 2022


Cuando la vida nos sacude y, de pronto, debemos enfrentar dolores tan profundos como la enfermedad y la muerte de mi mami, apenas logramos mantenernos en pie: sentimos una tristeza infinita, ira y agotamiento profundo. En medio de este caos todo habría sido más difícil sin el apoyo de la gente que quería a mi mami y que nos quiere a los cuatro, por eso me parece importante empezar agradeciendo a la familia y a los amigos por la delicadeza con que han sabido acompañarnos y por el respeto con el que nos han dado espacio cada vez que hemos necesitado estar solos. Pero, sobre todo, les agradezco con el corazón por cada acto de nobleza que tuvieron para con mi mami a lo largo de su vida.

En el transcurso de este año, 12 veces he visto a mi mamina en sueños, le he escrito algo más de 6000 palabras y cada instante de estos 365 días me ha hecho mucha falta. Me es difícil hablar de su ausencia, quizá porque nunca imaginé la vida sin ella o quizá porque nunca había sentido un dolor tan grande y eso no se puede explicar con palabras… Así que hoy quiero hablar de su presencia, rendir un homenaje a su vida, a su legado, a algunos de los motivos por los que mis hermanas y yo nos sentiremos siempre orgullosas y agradecidas de ser sus hijas. Si es cierto aquello de que todas las personas nacemos con una misión, sin duda la de mi mami era hacer más llevadera la vida de los demás. Por distintas circunstancias, mi mami cumplió desde muy joven el rol de pilar en su familia: era la amiga de sus hermanos mayores, la guía de sus hermanos menores, el apoyo en varios ámbitos para su madre y el eje para su padre; ¿en dónde quedaba tiempo y espacio para sí misma?, no lo sé, tal vez a conciencia decidió cambiarlo todo por la alegría de ver a esa tropa de ocho creciendo unida, con tantos sueños por cumplir y algunos ya cumplidos (como ese "terrenito aunque sea en la punta del cerro" que anhelaba la Carlotita cuando decidieron vivir en Quito). Años más tarde, cuando entre el trabajo y la universidad conoció a mi papi y decidió empezar otra familia, tampoco destinó espacios ni tiempos para ella; todo era para nosotros cuatro: su energía, su tiempo, sus sonrisas, sus lágrimas, su paciencia, sus sacrificios, sus silencios, sus palabras, su perdón. No sé si merecíamos tanto, pero ella nos lo dio.

Ya con lo dicho parecería bastante, pero no para mi mami: su generosidad se extendió mucho más allá del portón de "la casita alebre". Caramelos de café que llevaba siempre en su cartera, paquetitos de galletas en el auto, víveres, ropa, dinero, espacio en su casa, en su mesa y en su corazón: su prioridad era compartir, ayudar, aliviar. Y sí, a veces era difícil seguirle el rimo en ese dar, dar y dar; también a veces era difícil entender esa falta de espacio "egoísta" solo para sí misma o solo para los cinco; pero ahora entiendo que todo es mejor si se comparte, que los dolores o las carencias no son excusas para actuar con rabia o egoísmo, y que estar cerquita de las personas queridas, mientras se pueda, es una bendición, porque luego las ausencias temporales se van sumando a las definitivas y es muy triste sentir que la casa es cada vez más silenciosa y que alrededor de la mesa hay cada vez más sillas vacías… 

Hace un año me preguntaba lo mismo que hoy: ¿hicimos lo suficiente?, no lo sé, lo que tengo claro es que hicimos lo que pudimos, lo que creímos mejor, lo que el amor por mi mami nos dictaba. Ahora, un año más tarde, tampoco sé si hago lo suficiente por mi papi, por mis hermanas, por toda la gente a la que quiero, por mí misma; hago lo que puedo, aunque a veces no alcance. Mi papi y mis hermanas hacen mucho por los cuatro, por los tíos, por la gente querida: es así —con ganas de parecernos un poquito a ella y con amor— como honramos la memoria de mi mamina. 

Gracias, mamita, por enseñarnos a ser mejores personas con tus ejemplos y con esa vida coherente que es un referente para nosotros, tus cuatro amores. Ojalá hubiésemos tenido más tiempo para retribuirte por tanto, ojalá siempre hayas sentido el inmenso amor de cada uno de nosotros, ojalá hayamos logrado enmendar cualquier enojo o cualquier dolor que te hayamos causado, ojalá…