2012/09/23

TATOOame (texto publicado en la Barranco 2)


Guantes y el más fino de los pinceles. Un rito ancestral empieza a recrear la vida: ansiedad, dolor, satisfacción y paz.

Poco a poco se va adentrando en la piel de la memoria el placer profundo de una herida sonora y colorida. Lienzo que se rasga y se transforma, comunión de signos sagrados y humanas creaciones que desnudan lo intangible.

La sangre se evapora en un instante que se vuelve imagen, palabra, garabato sin sentido que se siente en una dimensión ajena a los bípedos desalados, seres inconscientes de que lo que trasciende se escapa de los límites de la carne, de lo sensorial, de lo terreno.

No es valor, masoquismo o rebeldía, es intentar atrapar un sueño, un instante; un deseo de gritar silencios que pueden disfrazar de abismo al más elevado cielo.

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