2013/02/08

vino y se quedó


 Artículo publicado en la edición nov. 2012 de la revista Nuestro Mundo

Viajes enoturísticos, seminarios, talleres y eventos sociales son algunas de las actividades que realizan los amantes del vino ecuatorianos para conocer más sobre esta bebida que forma parte de la cotidianidad de muchas culturas.


LA PASIÓN SABE A VINO EN LA MITAD DEL MUNDO

Una copa vino es el resumen largos periodos que incluyen el cultivo de la uva, la preparación del mosto, la fermentación, el embotellado y la comercialización. Pero más allá del tiempo que le toma a esta bebida llegar a nuestra mesa, su  presencia en el mundo es casi tan antigua como la del hombre. Hay vestigios que evidencian que hace miles de años (5000 a. C.) ya se tomaba vino; referencias sobre la preferencia por el jugo fermentado de la uva y el interés por el cultivo de la vid se hallan en obras que datan de hace muchísimos años, como el Poema de Gilgamesh y la Biblia; de ahí que Jorge Luis Borges, en uno de sus versos, pide: “Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia”.

Actualmente, el consumo de este licor es generalizado en países como Italia, España, Argentina y Chile, naciones que además se destacan por la producción de vinos de excelente calidad. En Ecuador la pasión por esta bebida ha aumentado notablemente, lo que se constata en el aumento de su consumo, así como en el interés por conocer más sobre todo lo referente a ella. Una prueba de esto son las 1065 personas asociadas a La Cofradía del Vino, una suerte de club que reúne a los amantes del vino y su cultura.

“Mientras más se sabe de vinos, el vino sabe mejor”, asegura Patricia Donoso de Pozo, directora ejecutiva de La Cofradía, es por eso que varias personas están accediendo a la certificación que esta corporación sin fines de lucro -en conjunto con la Universidad San Francisco de Quito- otorga a quienes quieran convertirse en sommelieres (expertos en vinos: cepas, marcas, maridaje, etc.). La enología (especialización que permite contar con las herramientas técnicas para la producción del vino), sin embargo, todavía no se imparte las universidades locales, “dado que la producción (vinícola) en nuestro país es relativamente nueva, hay que tomar esta especialización en el exterior, principalmente Chile y Argentina”, señala Rodrigo Díaz, representante comercial de la importadora de vinos Arkrem.

María Augusta Astudillo, gerente comercial de Arkrem, comenta que “la variedad preferida por los ecuatorianos, según la experiencia con nuestros clientes, cambia según la región: en Guayaquil se consume mucho Merlot y en Quito reina el Malbec”; Patricia Donoso añade que hay un creciente interés por los blancos, rosados y espumantes. En cuanto al origen de los vinos que más se consumen en Ecuador, Astudillo dice: “hay mucha presencia tanto de Chile como Argentina (dada la cercanía de la región y temas arancelarios)”, asunto en el que coincide con Donoso.


Hecho en Ecuador

El interés por la viticultura en nuestro país ha dado ya un salto de la teoría, como mera cultura general, a la práctica; los resultados han sido muy buenos. Tanto en Yaruquí –Sierra- como en El Morro –Costa- se están produciendo vinos de alta calidad; de hecho, algunos han sido premiados y ya están siendo reconocidos a nivel internacional. Los vinos nacionales que actualmente se producen a partir de cepas blancas son el Chardonnay y el Palomino; de cepas tintas: Malbec, Cabernet Sauvignon, Pinot Noir y Merlot.

Pero la inclusión de esta bebida en la cultura ecuatoriana no se limita a la producción o consumo eventual de la misma; el vino es un excelente acompañante para la comida típica de nuestro país. Augusta Astudillo recomienda un un Sauvignon Blanc joven y fresco para acompañar un ceviche; para la tradicional fritada, un tinto de medio cuerpo, como el Merlot. Patricia Donoso sugiere el maridaje entre la fanesca, los tamales y las humitas con un Torrontés; asimismo, asegura que el seco de chivo va bien con un Carmenere o un Malbec y el hornado con Merlot.

Los precios de los vinos más consumidos en Ecuador, tanto nacionales como importados, varían entre siete y algo más de 100 dólares. A los cultores de la pasión que genera esta bebida, no les importa tanto el costo como la satisfacción de beber un buen vino, más si es en grata compañía, es por eso que alrededor de 3000 se reúnen cada dos años en la Gala del Vino, encuentro que se realiza por iniciativa de La Cofradía, así como en la Velada del Vino, evento del que dicha corporación desarrolla tres versiones: una en Guayaquil, otra en Cuenca y otra en Machala.


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Para disfrutar del placer del vino

A la hora de seleccionar una botella de vino, hay que tomar en cuenta algunos aspectos. Astudillo explica que lo más importante es considerar la ocasión para la que vamos a adquirir la bebida y nuestro gusto, así como el quienes nos vayan a acompañar. De acuerdo a eso podremos escoger si este será  tinto o blanco, joven o de guarda. Además debe tomarse en cuenta el tipo de comida con la que se realizará el maridaje: “vinos frescos, ligeros y afrutados con platos de iguales características, platos livianos y bajos en grasa; carnes y preparaciones más contundentes con vinos más potentes”, aconseja Donoso.

Para ampliar nuestros conocimientos sobre el mundo del vino, es necesario degustar  diferentes tipos y encontrar cuáles son los que nos brindan más placer e irlos identificando y clasificando. Como lo hemos mencionado, actualmente existen organizaciones especializadas en Ecuador, dedicadas a cultivar la pasión por el vino, mediante diversas actividades de carácter técnico, cultural y social.

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