Artículo publicado en la edición de febrero de la revista Nuestro Mundo
El crecimiento de la población implica también un mayor consumo de
agua, así como un incremento en los niveles de contaminación. Debemos tomar
conciencia y actuar en pro de la preservación de este elemento del que depende
la vida de todos los seres del planeta.
Todos conocemos que el agua es un recurso indispensable para la
vida y que el planeta así como los seres que lo habitamos estamos hechos -en mayor
o menor porcentaje- de ella; por eso, la ONU ha designado al periodo
comprendido entre 2005 y 2015 como el Decenio Internacional para la Acción ‘El
agua fuente de vida’. Asimismo, la Asamblea General de las Naciones Unidas
declaró a 2013 como el Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua. Entre
los objetivos a cumplirse como parte de la designación están el resaltar y dar
a conocer iniciativas exitosas de cooperación, así como generar espacios para
la educación sobre el agua y la gestión de aguas fronterizas.
“En algunas
partes del mundo, el agua constituye la principal fuente de energía, mientras
que en otras se desaprovecha casi totalmente su potencial energético. También
resulta indispensable para la agricultura y forma parte de numerosos procesos industriales
y, en muchos países, supone el principal medio de transporte”, expone el
organismo en su página web, donde además se señala que “Según el Informe de las
Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo, en el
2050, al menos una de cada cuatro personas vivirá en un país con escasez
crónica o recurrente de agua.”
Si bien se sabe que se trata de un recurso renovable que cumple un ciclo
cerrado, el agua está en riesgo de dejar de serlo si no hacemos un mejor uso de
ella. “El problema radica en que el consumo es superior a su tasa de retorno;
adicionalmente el agua que retorna, por los niveles de contaminación, ya no
llega con características necesarias para su uso, por tanto se convierte en un
recurso no renovable”, explica la ingeniera ambiental Gabriela Fraga, gerente
general de la empresa consultora Sigest.
Desde hace algunos años, la preocupación por la futura escasez de agua ha
generado un mayor nivel de conciencia en cuanto al uso que le damos a este
recurso natural; sin embargo, no siempre tenemos claro que el cuidado del agua
va más allá de la disminución en el consumo de la misma. El arquitecto Max Enrique
Zavala, director de la empresa de planificación urbana Oski, comenta que “el
cuidado del agua también debe incluir hacer conciencia de cómo manejamos
desperdicios, ya que todo contaminante mal manejado llega a los suministros de
agua dulce”.
Así, el aporte en cuanto al buen uso y cuidado del agua depende de los ámbitos
y finalidades de consumo. En los hogares es necesario el ahorro de este
recurso, mientras que en las industrias la responsabilidad debe ir más allá,
pues en el caso de estos actores, como lo señala Fraga, “el problema radica en
los vertidos, muchas veces con niveles de contaminación que no permiten que se
recupere” por lo que el efluente –el agua que se descarga luego de su uso- “al
mezclarse con cuerpos receptores (ríos, esteros, alcantarillas, pozos, entre
otros) afecta negativamente”.
La ley, así como la ética y la responsabilidad social exigen que las
fábricas se preocupen no solo del uso adecuado, sino también –en caso de ser
necesario- de la recuperación del agua. “La legislación establece límites
permisibles de cada contaminante, de acuerdo a sus características, que van de
acuerdo al cuerpo receptor del vertido. Si la empresa no cumple con estos,
pueden perder la licencia de funcionamiento”, señala la ingeniera ambiental.
Al respecto, Zavala opina que “los sistemas de recolección de aguas
servidas y de purificación municipales y regionales deben garantizar que todas
esas aguas puedan ser reutilizadas. Esto debe ser manejado por incentivos: que
cada residente y empresa que participe en prácticas sustentables y de
conservación, preservación y reutilización de agua reciba beneficios de
reducción de impuestos, por ejemplo”.
Iniciativas que apuntan al
cuidado y uso responsable del agua
En Galápagos, la Fundación Príncipe Carlos (Prince’s Foundation for
Building Community) desarrolla varios proyectos cuyo fin es contribuir a la
conservación del medio ambiente -con especial atención en el agua- de las
islas. Con el aporte de profesionales de diversas áreas y nacionalidades, está
generando métodos y estándares de crecimiento urbano y rural que garanticen el
cumplimiento de dicho objetivo.
Durante el
proceso de diseño de los estándares de planificación y crecimiento urbano en
las Galápagos, “descubrimos que era muy posible el tener sistemas de
recolección, purificación, distribución y almacenamiento de agua a nivel
municipal con métodos sustentables, económicos y fácilmente implementables”,
comenta Zavala. Dice, además, que esto es aplicable al resto del país, pues cada
región puede beneficiarse de la recolección de agua lluvia, a nivel individual
y a nivel municipal.
Para replicar el trabajo que se está haciendo en el archipiélago, se
necesita “la integración de todos los elementos que hacen una ciudad
funcional: urbanismo, agricultura, arquitectura, agua potable, agua no potable,
aguas servidas, energía eléctrica, etc. Todos estos elementos deben de ser
diseñados y coordinados en conjunto e integralmente para lograr verdaderos
asentamientos sustentables”, concluye el arquitecto y urbanista.
Por su parte,
Fraga señala que hay empresas que tienen procesos
industriales en los que el efleunte o vertido en lugar de ir a cuerpos
receptores es reinyectado al proceso productivo, “de esta manera atacan los dos
problemas, no consumen agua, y no descargan agua contaminada”. En las nuevas construcciones
también se están implementando métodos de ahorro y cuidado del líquido vital: “hay
arquitectos e ingenieros civiles que diseñan sistemas internos en los que se
reusa el agua, por ejemplo el efluente de duchas y lavabos se recircula y entra
a inodoros o al jardín”.
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Para cuidar del agua en
casa
- En el mercado hoy se encuentran inodoros, electrodomésticos, llaves de
agua que permiten uso racional o controlado del recurso, prefiera estos
artefactos a la hora de construir o remodelar su vivienda.
- El agua contaminada con aceite no es
recuperable, por ello es importante que deseche el
aceite usado en una botella plástica vacía; una vez llena, bótela bien cerrada en
la basura. De esta manera no contamina el agua y reusa una botella.
- Procure no desperdiciar el agua en que lava o cocina los
vegetales: en ambos casos se puede usar para regar el jardín y en el segundo
como base para preparar diversas sopas.
- Parte importante del cuidado y ahorro de agua es el
mantenimiento de griferías y electrodomésticos que la emplean (como lavadoras
de ropa y vajilla): su buen estado evita fugas y filtraciones del líquido.
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