2021/10/28

Un mes sin mi mamina

Los días pasan, no la tristeza. Hace un mes la última esperanza de que todo fuese una pesadilla se esfumó, hace un mes vivimos con la ausencia física de mi mami, hace un mes tratamos de aprender a seguir sin ella.

En algún momento de mi adolescencia tuve un sueño muy extraño, vi en él lo que interpreté como el apocalipsis, desde entonces le pedí muchas veces a Dios que estuviéramos los cinco juntos si alguna gran tragedia sucediese. Cuando empezó la pandemia y la cuarentena en marzo de 2020, pensé que esa era la mayor desgracia que podía suceder, pero estábamos los cinco y eso lo agradecí; luego, el 20 de enero de este año, entendí que algo peor nos estaba pasando: fue entonces cuando recibimos el diagnóstico de mi mami, ese golpe nos rompió a todos, pero estábamos juntos; ¿podía haber algo que nos lastimase más? Sí, y eso pasó el martes 28 de septiembre a la 01:31.

La gente sabia dice que ante los problemas y los dolores debemos dejar de buscar el porqué y tratar de hallar el para qué; yo, que no soy sabia, sigo preguntándome ambas cosas… Quizá las respuestas lleguen en algún momento, mientras tanto busco en el remolino de mi cabeza y mi corazón razones para agradecer a pesar de todo y encuentro pequeños milagros que nos fueron concedidos en medio de todo este caos.

Desde que supimos que mi mami padecía ELA, oramos con todas nuestras fuerzas para que el resto de su vida transcurriese en condiciones dignas, sin todo el sufrimiento que una enfermedad así conlleva; Dios nos concedió la gracia de que su final llegase antes de tener que recurrir a procedimientos y situaciones que hubiesen sido mucho más crueles para ella y también para nosotros. La segunda bendición es que pudimos estar los cinco juntos en el último instante: ese dolor inmenso hubiera sido aún mayor si alguno de nosotros hubiese faltado. Y hay un tercer motivo para agradecer: todo el amor que hemos recibido en este, el peor momento de nuestras vidas.

En nombre de mi papi, mis hermanas y el mío, quiero decirles a los tíos, a los primos, a los amigos de mis papis, a los amigos de mis hermanas, a mis amigos y a todas las personas que han estado presentes física o virtualmente en este proceso: gracias, gracias por cada palabra de aliento que nos dieron quienes supieron de la enfermedad de mi mami, gracias por los abrazos con que nos han sostenido luego de su partida, gracias por los mensajes, las golosinas, las flores y todos los mimos con los que han tratado de hacernos sentir mejor; gracias por las palabras cálidas y también por la cariñosa distancia y el respetuoso silencio que nos han concedido cuando han percibido que necesitábamos estar solo los cuatro o incluso cuando cada uno de nosotros ha necesitado aislarse un ratito; gracias de todo corazón por su presencia a lo largo de este mes, pero sobre todo gracias por el amor que le expresaron de múltiples formas a mi mamita cuando estaba físicamente, si alguien merecía tanto y más, era ella.


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