2014/03/08

Para estrenar un final nuevo



Podría bailar todas las lunas al rededor de tu ombligo, dibujarme en el espiral infinito de de tus rizos... 
Y no. 

Te has envuelto en un silencio lento, que te convierte en sombra entre la neblina, esa neblina que me acaricia en los sueños que dejé en tus manos mías.

Busco un trozo de luz para enviarte mi grito -quizá el último- colorido. Miro a tu ventana y sé que no me alcanzan los pies para correr esa distancia infinita y tan cercana. 

¿Ves? Estoy. No tengo miedo, pero ya no repito historias, mi cielo. 
Si te reinventas me llenaré de ti y pariré un inicio eterno.


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