2022/02/14

 Una vez, cuando estaba en primero o segundo grado de primaria, mi mami fue a la escuela a la hora del recreo (seguramente iba a hablar con la profe o algo así), yo la vi y fui corriendo a abrazarla, ella recibió mi abrazo, me preguntó algo y luego me dijo que vaya a seguir jugando con mis amigas (dos niñas con las que me llevaba bien, pero que el siguiente año se cambiaron de escuela y no volví a saber nunca más de ellas); fui al lugar donde habíamos estado jugando las tres, pero ellas ya no estaban, resulta que quisieron hacerme una broma y se estaban escondiendo, las encontré y me enojé mucho, corrí de vuelta a donde había abrazado a mi mamita, pero ya se había ido… Empecé a llorar desconsolada, alguna chica de secundaria se acercó a preguntarme qué me pasaba, yo no lo podía explicar: lo único que quería en ese instante era un abrazo de mi mami y ella ya no estaba…

Hoy, y cada instante desde que su cuerpo ya no está, me pasa lo mismo que aquella vez, cuando tenía seis años: solo quiero que me abrace para sentir que todo está bien y dejar de llorar.


(Que se necesitan varios meses o hasta algunos años para poder superar el duelo, dicen, yo creo que nunca va a pasar el dolor de no poder acurrucarme más en los brazos de mi mamá).

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