¿Qué buscas?
Las respuestas están en el lugar del que huyes siempre, en los ojos de los que te escondes, en la voz que no quieres escuchar.
¿Te buscas?
Te regalo una certeza: sí, estás en estas líneas, en un poco de la rabia que tiñe a mis palabras, en la ternura ausente, en la paciencia que no es más.
¿Me buscas?
Aquí estoy, en las letras que escudriñas.
Aquí soy, ¿puedes verme?
Soy viento y me respiras, soy lluvia (para ti lejana) cantarina.
Quizá no te des cuenta, pero vas por buen camino: encuentra, encuéntrate. No me busques más.